ISRAEL
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Restos nabateos
Nabateos, así se le llamó al grupo árabe
que desde inicios de la era después de
Cristo, fomentaron dos actividades que
hasta la fecha perduran en Israel: la agri-
cultura y el comercio. Por esa razón, im-
plementaron los primeros sistemas de rie-
go, a base de la creación de pozos y otros
depósitos de agua.
Las ciudades de Mamshit, Avdat, Ha-
lutza y Shivta son los testigos que vieron
pasar a esta civilización, en las cuales el
gobierno israelí ha hecho múltiples aporta-
ciones económicas para la reconstrucción
de los restos y puedan ser apreciados por
el turismo local y extranjero.
Tels bíblicos Meguido,
Hazor y Beer Sheva
Las ciudades de Meguido, Hazor y Beer
Sheva son sólo tres de cientos de tels
(montículos) que tiene Israel.
Su importancia data de la Biblia, pues
son mencionados en diversos pasajes bí-
blicos del antiguo testamento, dado que
estas ciudades fueron un canal de comu-
nicación para el comercio para los prime-
ros pobladores de aquellas tierras.
Reserva natural
de Nahal Me’arot
Si un lugar ha sido importante
para distintos arqueólogos y
antropólogos para realizar sus
estudios sobre el origen del
hombre es el Monte Carmelo,
especialmente su reserva na-
tural Nahal Me’arot.
En esa zona se han encon-
trado varias cuevas que en
sus interiores esconden res-
tos humanos que represen-
tan 500 mil años de evolución
humana, en la que estudiosos
de todo el mundo han acu-
dido para continuar con sus
tesis y buscar pruebas reales
que las justifiquen.
El Acueducto del Padre Tembleque en la lista del Patrimonio Mundial La magna obra de ingeniería hidráulica del siglo XVI es un ejemplo de la creatividad constructivaMeguido: Arqueológicamente siguen descubriéndose materiales históricos de esos lugares
Nabateos: Si están de suerte, todavía es posible encontrarse con grupos nabateos, que
bajo la misma dinámica de sus antecesores, siguen transportándose de esa manera, lo que
genera un espectáculo digno de cualquier paisaje árabe
Monte Carmelo, donde se encuentra la reserva natural de Nahal Me’arot