Un reciente estudio de la consultora Bain & Company reveló que las compañías han aumentado sus presupuestos de Diversidad, Equidad e Inclusión. Sin embargo, las mujeres tienen 1.4 veces más probabilidades de sufrir discriminación o acoso en sus entornos laborales
Ciudad de México, 19 de septiembre de 2024.— Un informe reciente de la consultora Bain & Company ha revelado un aumento significativo en la inversión de las empresas latinoamericanas en Diversidad, Inclusión y Equidad (DE&I). El 70 por ciento de los encuestados en la región informó una mejora en su sentido de inclusión y el 47 por ciento de las mujeres se sienten incluidas en sus trabajos, un dato alentador que refleja el compromiso creciente de las empresas con la diversidad.
Pese a estas cifras, el informe revela que la inclusión se mantiene baja en algunos países e industrias. Factores demográficos, sociales, culturales y estructurales de las empresas influyen en ese sentimiento que está estrechamente ligado a comportamientos cotidianos.
“De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, a pesar del significativo aumento en la participación laboral de las mujeres en México, que actualmente se sitúa en un 45 por ciento, la representación en roles directivos es alarmantemente baja, apenas alcanzando el 4 por ciento. Es crucial que abordemos de manera integral las barreras demográficas, sociales y culturales que obstaculizan esta inclusión plena en el ámbito laboral, garantizando así que todos los empleados, sin importar su género, sean valorados y respetados en el lugar de trabajo”, comenta Fernanda Lima, socia de Bain & Company en México.
Las empresas enfrentan un desafío significativo en la creación de un entorno laboral verdaderamente inclusivo, ya que solo el 46 por ciento de los empleados reporta sentirse plenamente incluido. En este sentido, es crucial fomentar mejores escenarios a través de comportamientos diarios, políticas y prácticas que promuevan la diversidad y el respeto mutuo. Esto no solo beneficia el bienestar de los empleados, sino que también impulsa la productividad y la innovación en la empresa.
Para Bain, garantizar que los líderes y pares brinden oportunidades de crecimiento y retroalimentación fue identificado universalmente como el aspecto más relevante. Además, las personas se sienten más incluidas cuando cuentan con una red de apoyo, incluyendo mentores y colegas cercanos dentro de la organización.
“En un panorama donde México figura como el tercer país con menor presencia femenina en los consejos de administración, es evidente que se requiere un compromiso firme y acciones concretas para impulsar la inclusión de las mujeres en roles de liderazgo. Es hora de que las empresas reconozcan el valor intrínseco de la diversidad que además de mejorar el escenario social, promueve el desarrollo de las economías, por lo que es imperante trabajar incansablemente para crear entornos donde todas las voces y perspectivas sean valoradas”, finaliza Fernanda.
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