Comercio y Negocios

Cancún, Riviera Maya y Los Cabos: los destinos de playa con mayor actividad

El sector hotelero invierte en espacios y renovaciones para ofrecer experiencias únicas a los huéspedes

Ciudad de México, 1 de agosto de 2024.— El sector hotelero está viviendo una transformación significativa al invertir en espacios y renovaciones de los mismos con el objetivo de ofrecer experiencias únicas a los huéspedes. A diferencia de los destinos urbanos, donde los niveles de ocupación aún no han regresado a los registrados antes de la pandemia, los complejos de playa están experimentando un resurgimiento notable en términos de demanda y actividad, siendo Cancún, Riviera Maya y Los Cabos los destinos más consolidados actualmente; otros destinos que han presentado buen desempeño y actividad de construcción de nuevos hoteles son Mazatlán, Puerto Escondido y San Miguel de Allende.

Michel Montant, director ejecutivo del área de Hoteles y Hospitalidad de JLL México menciona que “un hotel, por la naturaleza de su inversión tan importante y a largo plazo, requiere del apoyo de un financiamiento bancario. En México se ha logrado, durante los últimos 25 años, que exista esta disponibilidad de financiamiento para hacer hoteles que alcance a cubrir hasta un 50 por ciento de su inversión. Un elemento clave que distingue a México de otros países de Latinoamérica para construir hoteles desde cero”.

A su vez, las inversiones en la construcción de nuevos hoteles y en la renovación de los existentes dependen en gran medida de factores como la demanda, el crecimiento y el desempeño de cada zona. Esto incluye la disponibilidad de terrenos, la facilidad para tramitar permisos y las posibilidades de financiamiento. Se prevé que entre los años 2024 y 2026 se inauguren en México diez nuevos hoteles sumando 3314 habitaciones.

Para que la inversión de un nuevo hotel sea competitiva en el mercado, tiene que ser efectiva y estar en línea con un objetivo de costo. “Si por alguna razón el cálculo de la inversión está equivocado y resulta ser más caro, el hotel va a cargar con ese sobrecosto a lo largo de su existencia. Tener un costo competitivo de inversión es un elemento clave para garantizar una buena posición en el mercado, pues existe la regla que establece una relación de uno al millar entre la tarifa que cobra un hotel y la inversión por cuarto que este hizo, es decir, un hotel que cobra 400 dólares de tarifa neta por la noche, debería disponer de una inversión total que no exceda los 400 000 dólares para cada cuarto, por ejemplo”, reconoce Montant.

“En cuanto a las renovaciones, estas suelen realizarse dentro de un periodo de entre siete y diez años, dependiendo del nivel de desgaste. Dentro de la industria hotelera se establece, sobre todo si el hotel se encuentra afiliado a una cadena, una reserva de capital de aproximadamente el 4 por ciento de los ingresos, con el objetivo de mantener el hotel siempre en buenas condiciones y evitar la obsolescencia tecnológica y de diseño”, comenta Montant.

Los huéspedes actuales demandan espacios que les ofrezcan tanto comodidad como innovación. Entre las áreas más solicitadas se encuentran las públicas, como lobbies y restaurantes, que deben ser multifuncionales para adaptarse a diferentes propósitos, ya sea para relajarse o trabajar. Además, los huéspedes buscan habitaciones atractivas, equipadas con tecnología moderna que permita el acceso a dispositivos electrónicos y servicios interactivos. Asimismo, las experiencias gastronómicas únicas se han convertido en un elemento diferenciador con cocinas abiertas y bodegas a la vista que permiten a los huéspedes disfrutar de la elaboración de sus platos.

En temas de diseño en el sector hotelero se mueve hacia un estilo minimalista, priorizando una estética elegante con líneas neutras, ofreciendo espacios más naturales al creciente turismo sustentable y regenerativo. En este sentido, la sustentabilidad también se ha hecho presente en el diseño con el uso de materiales reciclados y renovables, así como en la creación de espacios flexibles y versátiles que puedan adaptarse a múltiples propósitos. La iluminación es otro aspecto de diseño que ha evolucionado considerablemente para ofrecer diferentes ambientes en un mismo espacio y contribuyendo a la creación de atmósferas cálidas, naturales o frías según la ocasión.

La tecnología también juega un papel crucial en las experiencias que ofrece el sector a sus huéspedes. Javier Gutiérrez, director ejecutivo de Proyectos y Desarrollos JLL México, menciona: “La tecnología se implementa en dos vertientes principales; la primera está dirigida a mejorar la operación del hotel a través de sistemas ahorradores de energía y agua; sensores que optimizan procesos como reservaciones, check in y check out, entre otros. La segunda se centra en la experiencia del usuario, con habitaciones equipadas con pantallas interactivas, control por voz y aire acondicionado automatizado. Estos avances tecnológicos no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también enriquecen la experiencia de los huéspedes, haciéndola más personalizada y cómoda.”

Asimismo, los hoteles están adoptando medidas para mejorar la eficiencia energética, implementando refrigeración y calefacción sustentable y gestionando los residuos de manera responsable. Al mismo tiempo, promueven el uso de productos biodegradables y sustentables, así como la reutilización del agua. Estas iniciativas no solo buscan minimizar el impacto ambiental de los hoteles, sino que también responden a una creciente conciencia y demanda por parte de los huéspedes, que valoran y apoyan prácticas sustentables.

Al combinar diseño innovador, tecnología avanzada y prácticas sustentables, los hoteles están posicionándose para satisfacer las demandas de los viajeros modernos, al mismo tiempo que contribuyen al desarrollo económico y social de los destinos en los que operan.

Fotografía: JLL México

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