Comercio y Negocios

Microcrédito ¡funciona!

¿El microcrédito? No es ni caridad ni asistencia, y mucho menos una utopía. Este concepto, venido de Bangladesh, ha resultado ser un arma muy eficaz en Francia contra la exclusión y el paro. Permite a personas desprotegidas la creación de su propia empresa y de empleos. María Nowak lo aplica desde hace 16 años por medio de ADIE, una asociación creada en 1988.

Y funciona. La prueba es que con un diploma de comercial, cursos de arte e historia en la escuela del Louvre y 10 años de experiencia en arte y publicidad, Mireille estaba sin empleo. Un préstamo solidario de 2,500 euros y los consejos de ADIE le han permitido abrir su almacén de venta de ropa en el corazón de un barrio de París hoy muy de moda. Después de dos años de actividad y su préstamo devuelto, Mireille prevé ampliar su negocio.

Otro ejemplo: La quiebra de la empresa de Samia le obligó a prescindir de su Certificado de Aptitud Profesional (CAP) de costura. Optó por una formación de comercial y ha creado una pastelería oriental en Belfort (este de Francia). De nuevo gracias a ADIE, por medio de un préstamo de cinco mil euros y los mismos buenos consejos.

La trayectoria de Orlando es atípica. Con un título de técnico de electroplastia, trabajó durante cinco años en la orfebrería de lujo, y otros cinco en una sala de billar francés, hasta que se quedó sin trabajo. Hoy ha montado una sala de billar en Eaubonne, un barrio de las afueras al norte de París. “ADIE me ha dado más que un empujón, me ha dado una segunda vida”, recuerda este joven de 35 años. Muchos ejemplos como éste aparecen en la web de la Asociación para el Derecho a la Iniciativa Económica (ADIE). Desde que se creara en Francia hace 16 años, ADIE ha contribuido al desarrollo de 25 mil empresas y a la creación de 30 mil empleos, por medio de 29 mil préstamos, cinco mil en 2004. Créditos que se reembolsan en el 99 por ciento de los casos, y el éxito de las empresas es comparable al de la media nacional de empresas individuales.

La creadora de ADIE

La creación de ADIE fue posible gracias a una mujer de firmes convicciones, valor y encuentros decisivos. Licenciada por el Instituto de Estudios Políticos de París, Scien-ces-Po, y de la London School of Economics, autora de una tesis sobre el desarrollo rural, María Nowak se interesó por los países pobres, África en particular. Tras esta formación se integró a la caja central de cooperación económica, la futura Agencia Francesa de Desarrollo. En 1990 entra en el Banco Mundial, donde sus trabajos la llevarían al corazón de la dura realidad económica y social de los países de Sur.

En 1985, el camino de María Nowak se cruza con Mohammed Yunus. De vuelta de Estados Unidos con un doctorado y bonitas teorías, desafortunadamente ina-plicables en Bangladesh, este economista creó hace 10 años el Grameen Bank, el banco rural o “banco de los pobres”. “Por una vez, iba a experimentarse un concepto procedente de los países del sur”, cuenta María Nowak, que entonces moviliza a la agencia y a los banqueros para desarrollar el concepto del microcrédito en África. Un éxito que se obstinaría en introducir en Francia. Aunque había que adaptarlo, “es un concepto universal. En todas partes hace falta trabajo y capital. Y más teniendo en cuenta que nuestros países han pasado del modelo de Ford de la gran empresa a un paisaje económico compuesto por pequeñas empresas productoras de servicios, y que la evolución de las nuevas tecnologías, con el desarrollo de pequeñas unidades, permite una aplicación más amplia del microcrédito en nuestros países occidentales”.

Espíritu empresarial

Estimular el espíritu empresarial es uno de los objetivos de la asociación, que “en Francia no falta, incluido el de quienes tienen pocos recursos y poco nivel de educación, o quienes apenas sa-ben leer y escribir. Pero la noción de empresa se asocia de forma equivocada al tamaño. Ahora bien, una empresa no es forzosamente una gran empresa ni una compañía sofis-ticada, las pequeñas y muy pequeñas empresas forman el 90 por ciento de las empresas de Francia”, asegura Nowak.

Desde hace 16 años, la idea ha dado grandes pasos. En 1998, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó 2005 Año Inter-nacional del Microcrédito. El 29 de diciembre de 2003, el secretario general de la organización, Kofi Annan, insistió en “la importancia de la microfinanza como parte integrante de nuestro esfuerzo colectivo para alcanzar los Ob-jetivos del Milenio”.

Desde enero de 2005, ADIE, reconocida de utilidad pública, organiza junto a sus colaboradores “La semana del microcrédito, crea tu empleo” en el marco del Año Internacional del Microcrédito. En junio se celebraron dos conferencias en París, que reunieron a re-presentantes y a personalidades del sector de la microfinanza y a gran número de países.

Además, se han visto avances: la ley de cohesión social ani-ma a la creación de empresas pa-ra personas sin empleo y en si-tuación preca-ria, especialmen-te mediante una reducción de las cargas sociales en el momento de la creación de la empresa. Otros medios también se pondrán en marcha para favorecer el desarrollo del microcrédito en el marco del plan de cohesión social para el empleo, según aseguró el ministro de Trabajo, Jean-Louis Borloo, y Nelly Olin, antes ministra delegada a la integración, la igualdad de oportunidades y la lucha contra la exclusión, que lanzaron el Fondo de Cohesión Social (FCS) durante la semana del microcrédito.

“Banquera de pobres”

Pese a su apodo de “banquera de pobres”, María Nowak no tiene intención de parar. ¡Ni siquiera a sus 70 años! “Intentamos ir más lejos”, confirma. Y cuando se le pregunta de dónde saca su energía, responde “de la alegría de poder dar el empujón que permite a los demás volver a tener confianza, volver a empezar”. Y ella sabe qué significa volver a empezar. A los 12 años, después de muchas dificultades y familias que la recibieron, María Nowak llega a París, donde encuentra a su familia polaca, vejada por soldados nazis. No ha olvidado. “Pero qué hacer cuando uno ha sobrevivido sino ayudar a los otros a salir también del agujero.”

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