Numismática: El detectoturismo y la historia de las monedas en el subsuelo
Ciudad de México, 26 de septiembre de 2024.— En el mundo del detectoturismo, una de las “joyas” más codiciadas que los buscadores descubren bajo la superficie son las monedas. Estas piezas, cargadas de historia y valor, revelan secretos del pasado y ofrecen una ventana a las eras que han marcado la evolución de México.
La numismática, la disciplina que estudia su origen y su significado, se entrelaza de manera especial con esta actividad, ofreciendo un vínculo único entre el presente y el pasado.
La historia de la numismática mexicana comienza en 1535 con la fundación de la Casa de Moneda de México, la más antigua del continente americano. Durante casi tres siglos, esta casa acuñó monedas bajo la administración de la corona española, marcando el inicio de una tradición que ha perdurado hasta nuestros días.
La primera moneda acuñada en México por dicha institución, conocida como “Carlos y Juana”, data de entre 1536 y 1572, un testimonio tangible de la influencia de los reyes de España en el naciente territorio.
Desde entonces y a lo largo de los siglos, México ha sido testigo de una rica evolución numismática capturada en exposiciones organizadas por instituciones como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Banco de México. Estas exhibiciones abarcan cerca de 500 años de historia, mostrando desde monedas coloniales hasta piezas contemporáneas.
También destaca la Sociedad Numismática de México (Sonumex), fundada en 1952, y que se dedica a promover el estudio y la apreciación numismática nacional, además de brindar recursos y eventos para coleccionistas e investigadores, contribuyendo al conocimiento y la preservación de la rica herencia monetaria del país.
Las piezas más raras
Hoy en día, algunas monedas mexicanas tienen un valor significativo para los coleccionistas debido a su rareza y estado de conservación. Destaca la colección numismática del Banco de México, la cual es reconocida mundialmente por su calidad y rareza.
Entre sus piezas resaltan los codiciados ocho escudos galanos: estas monedas, acuñadas únicamente en México y consideradas unas de las más valiosas y escasas del mundo, son un ejemplo sublime del arte numismático. De acuerdo con fuentes como Ruiz Calleja ha habido ejemplares de este tipo de moneda que han sido vendidas hasta en 210 000 euros.
Para los entusiastas del detectoturismo, las monedas son una de las piezas más emocionantes y reveladoras que se pueden encontrar bajo tierra. La pericia, la paciencia y hasta la suerte, son factores que deben alinearse para lograrlo, así como el uso de un detector con tecnología de vanguardia, como los que ofrece Minelab.
La numismática y el detectoturismo se entrelazan en una danza de descubrimiento y fascinación, revelando historias y secretos que han permanecido ocultos por siglos. Minelab, como líder en la industria de detectores, entiende la importancia de esta relación, proporcionando a los buscadores de tesoros las herramientas necesarias para explorar el rico tapiz histórico que el subsuelo mexicano ofrece.
Fotografía: Minelab
