La celebración de la III ALCUE Cumbre en Guadalajara en el mes de mayo pasado fue una ocasión para analizar nuevamente la importancia de Latinoamérica y el Caribe para los Países Bajos. En esta reflexión sobre la política exterior aparecen cuatro vertientes importantes en nuestra relación con la región, de la cual México es uno de los países más notables:
• Los países de Latinoamérica y el Caribe son socios importantes de coalición para los Países Bajos a la hora de fomentar un multilateralismo efectivo y el orden jurídico internacional, incluidos los derechos humanos.
• En el aspecto económico, los Países Bajos pretenden ampliar las posibilidades de comercio e inversión.
• Desde el punto de vista de la paz y la seguridad, los Países Bajos están implicados en el fomento de la estabilidad, la lucha contra el terrorismo y contra el comercio ilegal de drogas y armas.
• Los Países Bajos se han comprometido internacionalmente a contribuir a la lucha contra la pobreza por medio del desarrollo sostenible.
La región, y muy especialmente México, posee un gran potencial para el desarrollo económico. México y Brasil forman parte de la elite de la economía mundial y la región es una de las principales productoras de combustibles fósiles.
La complementariedad de las economías puede aumentar si se profundiza en la integración económica regional, lo que crearía circunstancias favorables para la diversificación y el aumento del valor añadido de la producción de materias primas. Si esto se combinara con una política orientada a la estabilidad macroeconómica, las perspectivas económicas serían positivas y podrían aumentar el comercio internacional y las inversiones extranjeras.
Los bancos y empresas neerlandeses ya son unos de los principales inversionistas extranjeros en la región. En México los Países Bajos han sido en el periodo 1994-2004 el segundo inversionista extranjero con un monto acumulado de más de 11 mil millones de dólares, lo que equivale a un 8.9 por ciento del total de la inversión extranjera directa.
La inversión neerlandesa se concentra en la industria manufacturera (casi un 50 por ciento), los servicios (32.5), el transporte (14.2). Aparte de estos sectores existe un interés creciente en cooperar con empresas mexicanas en sectores como la agricultura (horticultura, invernaderos), energía renovable e infraestructura (puertos, etc.).
Afinidad con México
La cooperación también puede producir importantes ventajas desde el punto de vista político y cultural. En México como en otros países latinoamericanos existe un fuerte sentimiento de afinidad cultural con Europa y nuestro continente sigue siendo un punto de referencia importante en cuestiones sociales.
México comparte con los Países Bajos una marcada orientación multilateral. Una señal de esa afinidad es el hecho de que el gobierno mexicano ha firmado el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.
Cooperación con la región
La cooperación neerlandesa con la región latinoamericana ofrece ventajas, pero también exige esfuerzos. En unos países, es necesario ayudar a asegurar y a profundizar la democracia.
Los factores socioeconómicos y político-culturales desempeñan también en estos casos un importante papel. Unos gobiernos latinoamericanos no han logrado mejorar suficientemente para los ciudadanos aspectos como la estabilidad económica, el empleo y la seguridad social. Lo mismo puede decirse de la explotación sostenible de materias primas y del mantenimiento de la biodiversidad.
Para estimular el comercio y las inversiones en los países de Latinoamérica y el Caribe, los Países Bajos defienden en los foros internacionales la reapertura de las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En el contexto europeo, nuestro país apoya la integración regional y la estabilidad en Latinoamérica y el Caribe. Esto es también muy importante para que existan relaciones económicas saludables entre Latinoamérica y las Antillas Neerlandesas, ahora azotadas por el tráfico ilegal de drogas.
Desarrollo sostenible
La agenda neerlandesa del desarrollo sostenible en Latinoamérica y el Caribe implica el apoyo a las iniciativas internacionales para conservar la biodiversidad, principalmente en el Amazonas. Los Países Bajos apoyan bilateralmente, en el marco del programa de transición de la biodiversidad, a las asociaciones público-privadas que fomentan la introducción de tecnología ambiental sostenible.
Los Países Bajos también están activos en los campos de la profundización de la democracia, la lucha contra el terrorismo y las drogas y la gestión de conflictos, aportando su grano de arena a las iniciativas internacionales y europeas en estos terrenos.
A pesar de su variedad, estos elementos muestran una coherencia interna que exige del gobierno neerlandés una política exterior integrada en su relación con la región de Latinoamérica y el Caribe. La embajada del Reino de los Países Bajos en México continuará sus esfuerzos para contribuir a esta visión.