A dos días de celebrarse el cuarto aniversario de los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004, España acudió a las urnas para votar a quien será su próximo presidente del gobierno.
Diana Torres Del Mazo
Como si de un capricho del destino se tratara, los días previos a la jornada electoral estuvieron matizados por eventos parecidos a los sucedidos en 2004, tanto por lo intenso de los debates entre los partidos políticos como por el desagradable asesinato a manos de terroristas, de la organización vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA), del ex concejal socialista Isaías Carrasco, ocurrido el pasado 7 de marzo.
Horas después de conocerse el atentado los partidos políticos suspendieron sus actos de campaña y se manifestaron de manera unánime, junto con la sociedad española, en contra de tales actos.
A diferencia de las pasadas elecciones el partido en el poder, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), obtuvo la mayoría de los votos para el Congreso de los Diputados con 43.64 por ciento (169 escaños, cuatro más de los que obtuvieron en las anteriores elecciones), a pesar de las circunstancias y del empate técnico en el que estuvieron los dos partidos al final de sus campañas.
No obstante, este segundo triunfo no es extraño. Desde que se realizaron las primeras elecciones democráticas, en 1977, los tres presidentes antecesores de Zapatero (Adolfo Suárez, Felipe González y José María Aznar) gobernaron de manera consecutiva dos legislaturas.
Sin embargo, en esta ocasión, José Luis Rodríguez Zapatero no obtuvo la mayoría absoluta, como sí ocurrió con González y Aznar. Por lo tanto, el actual presidente tendrá que encontrar aliados entre el resto de los partidos, para que pueda obtener la mayoría (176 escaños) y de esta manera formar gobierno. Asimismo, los necesitará para obtener consensos para sus proyectos gubernamentales en caso de que el partido de la oposición (PP) vote en contra de ellos.
Los partidos que mayor representación obtuvieron fueron Convergència i Unió (CiU), 11 escaños; el Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco (EAJ-PNV), seis escaños; Ezquerra Republicana (ER), tres escaños, e Izquierda Unida (IU), dos escaños.
Quién es Rodríguez Zapatero
Conocido mundialmente como Zapatero, es el quinto Presidente del Gobierno del Reino de España, tras el inicio de la transición. Obtuvo su primera victoria en marzo de 2004, después de los atentados terroristas que ocurrieron el día 11 de ese mismo mes.
El también llamado por sus adversarios “Bambi” (posiblemente por sus características físicas), es un hombre cuyo “talante” es el diálogo, la moderación y la conciliación. Tanto es así, que una de las principales críticas hacia su gobierno han sido las conversaciones que mantuvo, en vías de una solución pacífica, con el grupo terrorista español ETA, las cuales concluyeron después de que este grupo volviera atentar en contra de la sociedad española, en diciembre de 2006.
Zapatero nació el 4 de agosto de 1960, en Valladolid, España, pero pasó gran parte de su vida en la ciudad española de León. Su afición hacia la política le viene heredada de su abuelo paterno, Juan Rodríguez Lozano, quien murió fusilado en 1936 por defender al gobierno de la república. En 1977, con 17 años de edad, se afilió al PSOE, convirtiéndose en secretario general de las Juventudes Socialistas de León. Realizó estudios de derecho en la Universidad de León, en donde ejerció como profesor de derecho político hasta 1986.
En 1982, Zapatero fue electo secretario de la agrupación local del PSOE en León. Cuatro años después, fue incluido para participar como diputado por León en las elecciones generales de junio de 1986. En 1988, Felipe González, entonces líder del PSOE, anunció su renuncia a las elecciones de 2000, lo que obligó al partido a reestructurarse.
En ese sentido, José Borrell fue electo como candidato a la presidencia por el PSOE, pero poco tiempo después renunció por un supuesto fraude fiscal en el que estaban envueltos dos de sus antiguos colaboradores en el Ministerio de Hacienda. Su sustituto, Joaquín Almunia, también dimitió tras el triunfo del Partido Popular, encabezado por José María Aznar.
Fue entonces cuando José Luis Rodríguez Zapatero, quien ya había hecho fama como político en León, lanzó su movimiento “Nueva Vía”, con un modelo parecido a los proyectos del inglés Anthony Blair y del alemán Gerhard Schröder, con el objetivo de trasformar internamente al PSOE y recobrar la confianza de su electorado. Finalmente, el 22 de julio de 2000 Zapatero obtiene la Secretaría General de dicho partido. El triunfo del 9 de marzo de 2008, representa para el PSOE su quinta ocasión de encabezar la legislatura del Congreso de los Diputados.
Como empieza a ser costumbre en varios países, aún no concluyen los procedimientos electorales y ya hay quien piensa en las próximas elecciones. Al respecto, Zapatero señaló que habría que respetar los tiempos y centrarse en su trabajo actual.
Iniciativas de la Primera Legislatura
En cuatro años de gobierno, los socialistas dejaron huella con varias leyes, proyectos e iniciativas.
En el ámbito social destacan las leyes del matrimonio homosexual; la de identidad de género; de igualdad (con la cual se busca un mayor equilibrio para ocupar puestos de trabajo en el gobierno, los poderes del Estado y el sector privado. Del mismo modo, esta ley otorgó el derecho a las mujeres a heredar títulos nobiliarios y a los hombres les concedió un permiso de 15 días por paternidad); contra la violencia de género y de dependencia, esta última fomenta la autonomía personal.
Además de estas leyes, se aprobó, en 2004, el nuevo Reglamento de Extranjería, con el cual se regularizó la situación migratoria de más de medio millón de personas.
En cuanto a política interior, a esta legislatura le correspondió aprobar, con muchos votos en contra, los nuevos estatutos de algunas comunidades autónomas, entre ellos los de Cataluña, Castilla y León, Andalucía, Aragón y Valencia.
Respecto de la política exterior, y como parte de sus promesas de campaña, el gobierno de Zapatero ordenó la retirada de las tropas españolas de Irak, las cuales fueron enviadas durante la administración de José María Aznar. No obstante, esta acción le valió un alejamiento del gobierno de Estados Unidos, que mantuvo muy poca comunicación con el gobierno socialista.
Sin embargo, esta situación parece que cambiará en la segunda legislatura, ya que Zapatero recibió, el pasado 14 de marzo, una llamada de George Bush felicitándolo por su triunfo electoral. Según información de prensa, ambos mandatarios acordaron encontrarse en la reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se realizará el próximo mes de abril. Cabe destacar que la “normalización” de las relaciones entre ambos países se enmarca en plena campaña electoral en Estados Unidos.
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En el plano económico, en cuatro años, España creció una media de 3.7 por ciento, colocándola como la octava economía mundial. No obstante, la buena racha de la economía española, sufrió un revés días antes del inicio de las campañas electorales, cuando se dejaron sentir el alza de los precios de la canasta básica, así como incremento en el desempleo y caída de la bolsa de valores. Todos estos síntomas derivados de la recesión de la economía estadounidense, que afecta a todas sus contrapartes del mundo. La economía es uno de los temas en donde están puestos los ojos de todos los españoles, por lo que será uno de los grandes retos que tendrá que enfrentar Zapatero en su próxima legislatura.
Asimismo, fueron aprobadas otras leyes como la de la Memoria Histórica; la Ley Orgánica de Educación 2005 y la Ley Antitabaco.
Reforma sobre la sucesión de la corona
Aunque ningún analista lo ha comentado, uno de los temas que quedó pendiente de aprobarse en la pasada legislatura fue la reforma al artículo 57.1, que hace referencia a la sucesión de la corona de España.
A criterio del gobierno socialista, este artículo contraviene a la Ley de Igualdad, con la cual en España se busca abrir todos los espacios a las mujeres y darles la misma igualdad jurídica que a los hombres.
Dicha reforma tiene a favor la aceptación de una inmensa mayoría de la población. Sin embargo, el mayor problema que se presenta es el procedimiento jurídico que tiene que llevarse a cabo. En este sentido, la única vía para hacer la modificación al artículo 57.1 es la que establece el artículo 168 de la misma Carta Magna.
El cual señala que, para que sea aprobada la reforma se deberá solicitar el voto afirmativo de dos tercios de cada Cámara, seguida de la disolución inmediata de las Cortes y la convocatoria a elecciones generales.
Una vez electas las nuevas cámaras, deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por dos tercios de ambas cámaras y sometido a referéndum para su ratificación.
Como es de suponerse, este trámite hace que el gobierno en funciones tenga que cesar. Por lo que hasta el momento, ningún gobierno ha realizado una modificación sustancial a la Carta Magna para no poner en riesgo su propia legislatura. Todo parece indicar que, aunque la propuesta surgió del gobierno socialista, la reforma al artículo 57.1 no verá la luz en un futuro próximo.
Lo cierto es que es un tema que tampoco se puede dejar al olvido, menos aún cuando otras monarquías ya han subsanado esta discriminación. Hoy en día, España tiene a tres sucesores directos a la corona después de su majestad el rey, don Juan Carlos de Borbón: don Felipe de Borbón, príncipe de Asturias, y las infantas Leonor y Sofía de Borbón y Ortiz, las cuales podrían perder sus derechos como sucesoras directas a la corona, si en el matrimonio de sus padres naciera un hijo varón. Principalmente la infanta Leonor, quien es la primogénita de los príncipes de Asturias que tendría que ceder su lugar a su hermano y a los hijos de éste, tal y como ocurre con las hermanas del príncipe Felipe, doña Elena y doña Cristina.
Inicio del nuevo gobierno
El gobierno actual estará en funciones, limitando su trabajo al despacho ordinario de los asuntos públicos y absteniéndose de nuevas medidas salvo que se registren casos de urgencia o razones de interés general, hasta que tome posesión el nuevo gobierno.
Se tiene programado que el próximo 1 de abril, quede conformado formalmente el Parlamento y se vote a quien será el presidente del Congreso de los Diputados. Después de que queden formalmente constituidas las Cortes Generales, es decir, ambas cámaras, se establece un periodo de 15 días para la apertura del Parlamento. En ese lapso, según lo estipulado en el artículo 99 de la Constitución española, el rey, “previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la presidencia del gobierno”.
El cual expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa de gobierno que pretende formar y solicitará su confianza. Para tal efecto, se deberá contar con el voto de la mayoría absoluta de los diputados y será entonces cuando el rey lo nombre presidente del gobierno. “De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviere la mayoría simple”.
El PP y Mariano Rajoy
Aunque no ganó las elecciones, al Partido Popular (PP) tampoco le fue muy mal. Este año obtuvo 153 escaños, cinco más que en 2004 y logró avanzar dos puntos porcentuales (40.13 por ciento).
El PP obtuvo de la mano de Mariano Rajoy, su líder después de José María Aznar, el segundo mejor resultado en toda su historia.
La figura de este personaje se ha ido definiendo cada día más y ha conseguido obtener o volver a captar los votos de algunos de sus electores. No obstante, esta nueva derrota hace que el partido se replantee la continuidad de Rajoy como cabeza de la organización, quien de momento tiene pensado participar en el congreso del PP, en junio próximo, durante el cual podría reelegirse como su líder.