Medioambiente

El futuro de las ciudades

Cómo las ciudades esponja están transformando la urbanización global

Ciudad de México, 5 de septiembre de 2024.— La creciente urbanización masiva y el cambio climático crean desafíos cada vez mayores, el concepto de “ciudades esponja” emerge como una solución innovadora para enfrentar estos problemas. Este modelo urbano, que está ganando terreno a escala mundial, se está implementando con éxito en diversas partes del mundo y promete una transformación significativa en la manera en que gestionamos el agua y adaptamos nuestras ciudades a los fenómenos climáticos extremos.

Fernanda Rionda, paisajista naturalista y presidenta de la Sociedad de Arquitectos de México (SAPmx), subraya la importancia de este enfoque para el futuro de la urbanización. “Las ciudades esponja representan un avance crucial en la integración de soluciones naturales con la infraestructura urbana. Este modelo no solo ayuda a mitigar los efectos adversos del cambio climático, sino que también promueve un entorno más saludable y resiliente para sus habitantes”, afirma Rionda.

En América Latina y el Caribe, cerca del 80 por ciento de la población, aproximadamente 588 millones de personas, reside en centros urbanos, según el informe del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat). México no es una excepción a esta tendencia, con un crecimiento urbano acelerado que plantea desafíos significativos en la gestión del agua y la adaptación a fenómenos extremos como inundaciones y sequías.

En respuesta a estos desafíos, México está avanzando en la implementación del modelo de ciudades esponja en varias regiones, incluyendo el Estado de México y Oaxaca. Estas iniciativas están lideradas por el embajador Daniel Dultzin y un equipo de científicos especializados en medioambiente, que buscan adaptar este enfoque innovador a las necesidades locales.

El concepto de ciudad esponja se refiere a un enfoque urbano diseñado para retener, filtrar e infiltrar el agua de lluvia a través de soluciones basadas en la naturaleza. Según un artículo del Observatorio de Innovación para Ciudades Sostenibles (OICS), “una ciudad esponja es aquella que tiene la capacidad de gestionar el agua de manera efectiva, utilizando infraestructura verde que imita los procesos naturales”.

Este modelo implica la transformación de los espacios urbanos mediante la incorporación de materiales permeables y la creación de áreas verdes. El parque Jinhua Yanweizhou en China, por ejemplo, es un caso emblemático que demuestra cómo el diseño urbano puede integrar vegetación y estructuras para manejar el exceso de agua de lluvia y reducir el riesgo de inundaciones.

Elementos clave para una ciudad esponja

La transformación de una ciudad convencional en una ciudad esponja involucra diversos elementos clave:

  1. Zonas verdes: la creación de humedales, parques inundables y otros espacios verdes que permiten la absorción y gestión del agua de lluvia.
  2. Riberas de ríos rehabilitadas: reemplazo del hormigón en las márgenes de los ríos por vegetación natural que ayuda a controlar la escorrentía.
  3. Jardines de lluvia: espacios verdes distribuidos por la ciudad que reducen la escorrentía superficial y mejoran la infiltración del agua.
  4. Tejados verdes: techos cubiertos con vegetación que ayudan a disminuir el flujo de agua sobre el suelo y reducir el efecto de isla de calor urbano.
  5. Pavimentos permeables: superficies que permiten la absorción del agua, minimizando la fragmentación del suelo y el asentamiento desigual.

Las ciudades esponja están siendo adoptadas globalmente, con varios ejemplos destacados en diferentes continentes:

  • China: desde 2012, China ha invertido significativamente en el desarrollo de ciudades esponja como respuesta a graves inundaciones. Ciudades como Jinhua, Shanghái y Pekín han implementado proyectos innovadores para gestionar el agua de lluvia y prevenir desastres. Pekín, por ejemplo, ha desarrollado una zona de 150 hectáreas dedicada a la absorción del agua para evitar tragedias similares a las de 2012.
  • Estados Unidos: Nueva York ha transformado áreas industriales en parques inundables, como el Hunters Point South Park en Long Island. En California, se están creando espacios verdes para captar y gestionar el agua de lluvia, adaptándose a los desafíos de sequías e incendios.
  • Europa y Asia: ciudades como Berlín, Copenhague y Bangkok también han adoptado prácticas de drenaje pasivo del agua. Australia, con su programa de “ciudades sensibles al agua,” es otro líder en la implementación de estrategias basadas en la naturaleza para la gestión del agua.

Beneficios y futuro de las ciudades esponja

Las ciudades esponja ofrecen múltiples beneficios más allá de la gestión del agua. Rionda destaca que “este modelo no solo mejora la resiliencia urbana ante fenómenos climáticos extremos, sino que también contribuye a la biodiversidad, la calidad de vida y la sostenibilidad a largo plazo”. Las áreas verdes y la infraestructura natural no solo ayudan a mitigar inundaciones y olas de calor, sino que también promueven un entorno urbano más atractivo y saludable.

El concepto de ciudad esponja es una solución integral que aborda tanto los desafíos ambientales como las necesidades urbanísticas. A medida que más ciudades adoptan este enfoque, se vislumbra un futuro en el que nuestras urbes puedan coexistir de manera más armónica con el entorno natural, creando espacios más resilientes y sostenibles para las generaciones futuras.

Fotografía: Fernanda Rionda

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