Medioambiente

La tendencia que debe adoptar la industria de la moda

ReFashion, una revolución en la industria de la moda. De acuerdo con la Unctad, la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo y utiliza tanta agua al año como la que usarían 5 millones de personas

Ciudad de México, 26 de septiembre de 2024.— La industria de la moda ha experimentado en los últimos años una transformación que pareciera radical; sin embargo, responde a la creciente demanda de estar alineados con las medidas de protección del medioambiente, por lo que se le considera un movimiento silencioso, pero de gran impacto: ReFashion.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), confeccionar unos jeans requiere de 7500 litros de agua, lo que equivale a lo que bebe una persona promedio en siete años. Asimismo, la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) detalla que la industria de la moda es la segunda más contaminante del mundo: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos, utiliza cada año 93 000 millones cúbicos de agua —cantidad suficiente para satisfacer las necesidades de cinco millones de personas—, aunado a que cada año se tiran al mar medio millón de toneladas de microfibra, equivalente a tres millones de barriles de petróleo.

ReFashion, una revolución en la industria de la moda

De acuerdo con Mario Crippa, especialista en EPAM, empresa global de desarrollo de software y AI, el término ReFashion hace referencia a prendas y otros textiles que se reutilizan, revenden o, de alguna manera, se reinventan por completo para convertirlos en una nueva prenda.

Bajo este concepto es que nacieron las tiendas de segunda mano, que les dan una nueva oportunidad a piezas de ropa que sus dueños ya no desean tener en su armario; sin embargo, Mario señala que el cambio climático, la pandemia y la crisis económica mundial “han puesto el foco de atención en las pasarelas en la moda circular”.

Por otra parte, Crippa indica que el ReFashion es un gran negocio en crecimiento, “se espera que la industria mundial de reventa de ropa crezca de 96 mil millones de dólares en 2021 a 218 mil millones de dólares en 2026, superando el crecimiento de la indumentaria minorista tradicional”.

Las acciones

El especialista recalca que, si bien en ocasiones donamos ropa, la realidad es que el 87 por ciento de nuestras prendas termina en un vertedero o incinerador. Ante ello, en 2019 la ONU formó una Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible con el objetivo de reunir a las organizaciones miembros a fin de coordinar mejor proyectos y políticas para hacer que la industria de la moda sea más ecológica.

El futuro

Para Crippa, esto es lo que las empresas deberían tener en cuenta a medida que desarrollan o hacen crecer sus iniciativas de ReFashion:

Estrategia empresarial: Al vivir en un punto de inflexión en donde los consumidores exigen cambios a medida que crece el número de noticias sobre el cambio climático, se deben buscar asociaciones que permitan de una forma rápida y eficiente reimaginar la estrategia y las mejores prácticas.

Puntos de contacto digitales: Los sitios web y las aplicaciones deben diseñarse o rediseñarse para optimizar la experiencia del cliente. La visión artificial podría ayudar a los clientes a sentirse más seguros con la autenticidad de la marca, el ajuste y calidad de la ropa y las etiquetas inteligentes pueden brindar más información a los consumidores que toman decisiones de compra informadas.

Logística/Operaciones: El trabajo que hay detrás de la reventa o recreación de prendas puede marcar una diferencia en la experiencia del cliente y en los resultados finales. Por ello, indica Crippa, es fundamental considerar aspectos esenciales como la recolecta y entrega de las prendas, agilizar el proceso de limpieza, autenticar la marca y almacenar los artículos en espacios diseñados específicamente para la ReFashion.

Experiencia en la tienda: En el caso de interacciones no digitales o híbridas, es fundamental comprender y minimizar los puntos débiles de los consumidores. Ya sea que se trate de reparaciones, reciclaje o comercialización, los clientes deben sentir que comprenden el proceso, es decir, que puedan ver una parte del ciclo de vida de los textiles para crear confianza en la marca o empresa.

Comunicación y marca: Existen muchos clientes objetivo en todo el espectro del ReFashion y las marcas deben descubrir cómo atraer a su audiencia. Entendiendo que el ReFashion es también una forma de comunicar el compromiso de una empresa con ESG (prioridades ambientales, sociales y de gobernanza corporativa), estos puntos deben abordarse para seguir siendo relevantes.

Optimizar datos: Es fundamental aprovechar los datos de todas las fuentes en un solo lugar para que la empresa pueda orientar su estrategia y que sea entendible para sus clientes.

La ReFashion no es una moda, es una forma en que la industria textil mira hacia un futuro inminente en donde se respalda un mejor ciclo de vida de la ropa, por ello es importante que miren sus modelos de negocios, servicios y experiencias para mantenerse dentro de la competencia.

Fotografía: EPAM Systems, Inc.

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