Moda y tecnología se alían para crear ropa inteligente que puede monitorear incluso tu estado de salud
Ciudad de México, 27 de septiembre de 2024.— La industria de la moda es considerada la tercera más contaminante a escala mundial y el fast fashion se ha convertido en un problema al crear prendas desechables. Sin embargo, hay marcas que apuestan por modelos más sostenibles, con innovaciones tecnológicas que ejemplifican cómo sería la ropa del futuro: la smart clothing o ropa inteligente.
Ana Torres, colaboradora de ESDESIGN, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, indica que el concepto de smart clothing “se refiere a prendas de vestir que incorporan tecnología avanzada para ofrecer funcionalidades más allá de la vestimenta tradicional”. Dicha tecnología puede incluir desde la monitorización de la salud, hasta la interacción con dispositivos móviles, “así se ofrece al usuario una experiencia interactiva y personalizable”.
Un ejemplo de smart clothing es la Trucker Jacket with Jacquard, la chaqueta inteligente de Levis y Google, que permite manejar tu smartphone con un simple movimiento. Under Armour tiene en su catálogo prendas con regulación de temperatura y Nike cuenta con una colección, VaporKnit NexGen, que está diseñada con materiales antiadherentes y rendimiento absorbente de sudor.
Beneficios de la smart clothing
La ropa nos protege del medioambiente, refleja nuestra esencia y personalidad, pero la smart clothing tiene la capacidad de vigilar nuestra salud, por ejemplo, existen prendas con sensores que vigilan nuestros signos vitales en tiempo real, alertando al usuario de cualquier anomalía. Añadir dicha tecnología puede ser altamente beneficioso para personas con condiciones médicas crónicas, atletas y amantes del fitness.
Otro beneficio es que puede mejorar la seguridad personal, como es el caso de chaquetas con iluminación led, que aumentan la visibilidad en la oscuridad, ideal para ciclistas y corredores nocturnos.
Torres indica que incluso la ropa inteligente puede ser personalizada, “gracias a la tecnología, las prendas pueden adaptarse a las necesidades y preferencias del usuario, por ejemplo, ropa que cambia de color o patrón según la temperatura o la luz ambiental”, detalla la experta.
Retos
Así como la smart clothing puede tener beneficios, también enfrenta retos. De acuerdo con Torres, el principal es el precio, ya que la tecnología integrada puede ser costosa. No obstante, a medida que la tecnología avanza y los procesos de producción se optimizan, este tipo de prendas se vuelven cada vez más accesibles.
Otro es el desafío de la durabilidad, ya que la ropa inteligente debe ser lavable y resistente al desgaste diario “sin comprometer la funcionalidad de la tecnología”.
Por último, para proteger los datos y la privacidad de los usuarios, las empresas creadoras de este tipo de prendas deben implementar políticas y medidas que protejan la información del portador.
Innovaciones por venir
La innovación que puede ofrecer la smart clothing es amplia. Por ejemplo, detalla la experta, hay textiles que se autolimpian o ropa que puede generar energía a partir del movimiento, dos detalles que contribuirían a la sostenibilidad y eficiencia energética al evitar el gasto de agua y ofrecer fuentes de energía.
Y es que la sostenibilidad es clave para el futuro de la industria textil, “las empresas están experimentando con maneras de reducir su huella ambiental mediante el uso de materiales reciclados y procesos de fabricación ecológicos, y el que la ropa inteligente también pueda contribuir a la sostenibilidad, por ejemplo, mediante la creación de prendas que duran más y que necesitan menos recursos para su mantenimiento, podría ser un avance importante hacia una industria más sostenible”.
Torres considera que la smart clothing es una nueva revolución industrial textil que fusiona la moda con la tecnología de maneras que antes parecían imposibles y que, a medida que la tecnología en moda siga su evolución, ofrecerá nuevas oportunidades para la innovación en donde estas prendas mejoren nuestra calidad de vida y nos preparen para un futuro más conectado y eficiente.
Fotografía: EAE Business School
