Sulaimán, quien también tiene una destacada trayectoria como
empresario y maneja, entre otras, una compañía de asistencia
médica en México, ya con su cargo de presidente del CMB visitó
Líbano varias veces. Y narra: “Fui a conocer el pueblo de mi
padre. En Líbano tengo muchos parientes, gente de mi sangre y
cuando lo visité por primera vez yo llegué como mexicano y volví
como libanés-mexicano, que eso es lo que soy. Amo la sangre
que llevo en mí y amo a México.”
T
odas
las
caras de
L
íbano
Al preguntarle sobre las distintas caras que ha visto de Líbano,
José Sulaimán, respondió enfático: “He visto Líbano en varias
ocasiones, la primera vez que lo conocí lo vi en paz y me
maravillé de su historia, su gente, su arquitectura. ¡Beirut era un
lugar extraordinario!
“La tercera ocasión que lo visité, yo venía de Londres y
aterrizamos en Beirut y no nos dejaron salir del aeropuerto
hacia la ciudad porque fue el día en que se inició la guerra,
por lo que nos mantuvieron ocho horas en el aeropuerto hasta
que el director indicó que debíamos regresar a Londres. En
otra ocasión regresé a un Líbano destrozado en el que había
hermanos pegándose el uno contra el otro, la misma sangre
destrozándose, pasaba yo por plazas que antes eran un jolgorio
y estaban completamente vacías y nos advertían: ¡No salgan
mucho porque les pueden dar un balazo!
“En otra ocasión regresé una vez más y vi al Líbano posterior a
la guerra civil. En ese entonces las balas ya habían cesado, llegó
el entendimiento y como el Ave Fénix, Líbano se levantó de sus
cenizas y con ese amor, dedicación, devoción y entusiasmo que
caracteriza a los libaneses, Líbano cambió y otra vez salieron
las flores y la gente a trabajar. Líbano se estaba reconstruyendo
de manera extraordinaria, con edificios modernos pero que
conservaban la arquitectura y la cultura que caracteriza al país.”
Con gran entusiasmo José Sulaimán recuerda que fue en ese
entonces cuando autoridades libanesas le pidieron organizar
una pelea con el boxeador norteamericano Mike Tyson, con el
fin de atraer las miradas a esa nación árabe y proyectar una
nueva imagen del país. Sin embargo, por diversas causas, ese
proyecto no se pudo concretar. No obstante, Sulaimán aún
tiene el anhelo de organizar una gran pelea a principios de 2011:
“quiero llevar a Líbano una gran función de boxeo profesional
con verdaderos héroes de este deporte. Esto lo hago en honor
a mi papá y a todos los libaneses que por diversas causas
emigraron de su patria y que son gente de gran corazón, con
un temperamento de lucha y perseverancia que al lugar al que
lleguen, aunque no lo conozcan, ni dominen el idioma, triunfan
y trabajan”.
Y para finalizar José Sulaimán envió un mensaje a los lectores
de
Protocolo
:
“Quiero felicitar de todo corazón a la revista, porque es la
primera oportunidad que me da un medio de comunicación de
expresar mis sentimientos hacia todos los que llevan la misma
sangre que yo y decirles que estoy muy orgulloso de tener en
mi corazón ese empuje de vivir, de luchar, de ser gente de bien,
de creer en Dios. A los diplomáticos mi aplauso porque ellos
son los que abren las puertas para que exista amistad, libertad
y afecto entre los pueblos, porque ellos son los que conducen a
la unidad mundial. Anhelo que los ríos de sangre desaparezcan
y que todos los países del mundo tomen el ejemplo de Líbano,
que es una nación que aunque se ha caído, también se ha
levantado y exporta gente de bien.”
"I went back one more time and saw the post war Lebanon after the civil war.
At that time the bullets had ceased, there was an understanding and like the
phoenix, Lebanon rose from the ashes and with that love, dedication, devotion
and enthusiasm that characterizes the Lebanese. Lebanon changed again and
flowers bloomed and people went back to work. Lebanon was being rebuilt in
an extraordinary way, with modern buildings but retained the architecture and
culture that characterized the country. "
With great enthusiasm, Jose Sulaiman remembers that was at that time when
Lebanese authorities asked him to organize a fight with the American boxer
Mike Tyson, in order to attract attention to the Arab nation and to project a
new image of the country. However, for various reasons, that project could not
be achieved. Nevertheless, Sulaiman still has the desire to organize a big fight
in early 2011: "I want to take to Lebanon a great fight with professional boxing
heroes. I do this in honor of my father and all the Lebanese who for various rea-
sons migrated from their homeland and are people of great heart, with a nature
to struggle and perseverance that arrive in places they even if they don’t know
anything about them or master the language, they triumph and work. "
And finally, Jose Sulaiman sent a message to the readers of the Protocolo:
"I warmly congratulate the magazine, because it is the first opportunity I receive
from a media publication to express my feelings for all those who carry my same
blood and tell them I am very proud to have in my heart that impulse to live, to
fight, to be a good person, a believer in God. To the diplomats, I give a round of
applause because they are the ones that open the doors for the existence of friend-
ship, freedom and affection among people, because they are the ones that lead to
global unity. I long for the rivers of blood to disappear and that all the countries
in the world take the example of Lebanon, a nation that although it has fallen, it
has also risen and exports good people. "